Amor propio
“I can buy myself flowers, write my name in the sand, talk to myself for hours, say things you don’t understand I can take myself dancing, I can hold my own hand… I can love me better than you can”1.
Ese es el coro de la nueva canción de Miley Cyrus y aunque no suelo consumir su música, creo que es una canción muy acertada para este comienzo de año. Además de este lanzamiento, Shakira también nos regaló una sesión en donde habla de lo ocurrido con su expareja y algunas de las conclusiones que ha podido sacar de este episodio.
Más allá de lo que pudo haber sucedido, buscar culpables o evidencias que aprueben o refuten su verdad, como ya lo hemos visto en los últimos días en las redes sociales, el mensaje es claro y único: Tener amor propio.
La mayoría de las veces nos centramos en encontrar la compañía de una persona similar a nosotros, que pueda compartir nuestros gustos y además de eso como si fuera poco, que también nos ame. Exigimos los requisitos, que no somos capaces de exigirnos a nosotros mismos y luego de eso, buscamos la manera de amar a nuestra pareja por encima de nuestros deseos, saltando sobre nuestras necesidades y buscando restos de amor, a través del amor que entregamos a diario. Pero ¿en dónde queda el amor propio?
Amarnos es una tarea difícil, porque nos acostumbramos a ver “ejemplos de cómo ser perfectos” y deseamos lo que el otro tiene, buscando imágenes falsas, de personas que no existen. El ser humano tiene matices, no somos ni buenos ni malos, somos complementos y no de algo que falta, sino de algo que se agrega para ser mejor. En redes sociales mostramos algunas gotas del océano que somos como personas y no encuentro que esto sea negativo, no tenemos por qué dar a conocer lo que no queremos, pero los que consumimos ese contenido, debemos cuestionarnos todo aquello que vemos. Muchos, tras las pantallas, desearon un amor como el de Miley o como el de Shakira meses atrás, ideando que eso que nos entregaban era la verdad de sus vidas, pero aprendimos que hasta ese amor que se ve “perfecto” también termina.
Aprender a amarnos, es amarnos primero, ser nuestra primera opción y lo que dice Miley es muy acertado, “I can hold my own hand, talk to myself for hours, I can take myself dancing”2 podemos sostener nuestra propia mano, sacarnos a bailar y hablar con nosotros mismos durante horas. El primer paso para poder amar a alguien más es ese, prepararnos para vivir en soledad y soportar lo que se supone que somos, si no, ¿cómo podemos exigir a otro, que ame todo aquello?
El mensaje es impactante y claro, pues nos habla de su descubrimiento: “I can love me better than you can”3 (puedo amarme mejor que tú) y no se trata de una frase egocéntrica o egoísta en donde no se considera el amor que tal vez su expareja pudo haber sentido por ella. Profundiza el significado de poder amarnos más de lo que esperamos que alguien nos ame. Esto me lleva a pensar en la frase que escuchamos cientos de veces “mi media naranja”, suponiendo que queremos ser la mitad del otro o querer la mitad del otro para nosotros, pero ¿para qué queremos mitades cuando estamos completos? O peor aún, ¿por qué queremos evitar que el otro esté completo?
Si bien la sesión de Shakira es como una terapia de desahogo respecto a su dolor, también normaliza la acción de sufrir por un desamor. No quiero decir, que deberíamos normalizar el engaño, sino que, cualquier persona, sin importar quien sea, también sufre, o ¿Quién de nosotros no ha sufrido por amor? A esto me refería al comienzo de este escrito, no hay perfección, mostramos solo lo que nos gusta de nosotros, pero no dejamos ver todo que lo realmente somos y lo que cargamos a cuestas. Interpreto el mensaje de Shakira como: si te hacen daño, vete, vales más, estás completa, no necesitas de nadie para sentirte amada y no se debe sentir vergüenza al hablar de una traición, porque a través de esta experiencia, ayudamos a otros para que no pasen lo mismo o para que se liberen de un sufrimiento igual. Si bien, las artistas nos hablan de sus diferentes experiencias, al final nos dan la misma conclusión.
El amor propio nos ayuda a amar de la misma manera en que nos amamos y cuidamos a nosotros mismos, dando bienestar y no solo, lo deberíamos practicar con nuestras parejas sentimentales, sino con todos aquellos que nos rodean, familia, colegas, vecinos, amigos etc. El mensaje proviene de dos mujeres, ejemplo de fuerza, valentía y superación después de una ruptura amorosa. Pero no es solo para mujeres, es para todos aquellos que deben aprender a amarse antes de intentar amar a otros, tal vez así podríamos aprender a mantener relaciones mucho más sanas.
Cuando se descubre el amor propio, también se descubren mejores personas.
L. J. Rodríguez
1,2,3 canción Flowers, Miley Cyrus.